Los neumáticos desgastados son menos eficaces a la hora de hacer avanzar tu tractor. En efecto, esto se debe a que las barras disminuidas por el desgaste reducen la capacidad de tracción de los neumáticos de tu tractor y aumentan el patinamiento.
El tiempo de trabajo entonces aumenta y esto puede suponer una pérdida de tiempo importante si se acumula en el conjunto de tu explotación. El tractor tiene que desarrollar más potencia cuando patina y el tiempo de trabajo aumenta en consecuencia. El consumo de combustible también es mucho mayor.
Los neumáticos desgastados tienen un efecto nefasto en la estructura del suelo, debido a la deformación del neumático que se produce a medida que envejece. La carga en el suelo se distribuye de forma menos uniforme y la compactación de los cultivos es más elevada. Dicha compactación causada por los neumáticos desgastados de tu tractor te obligará a realizar un trabajo mayor en el suelo, con el fin de airear y descompactar el terreno. Las pasadas extra en el campo implican costes adicionales directos, sobre todo a nivel de tu consumo de combustible.
La compactación reduce la actividad biológica del suelo. Esto implica el uso de más fertilizantes para compensar el bajo nivel de nutrientes habitualmente producidos por los microorganismos del suelo.
La alteración de tu suelo tiene un impacto negativo nada desdeñable en la calidad de las plantas y en tu rendimiento. Diversos estudios demuestran que el rendimiento puede reducirse entre un 10 y un 30% debido a una compactación excesiva, dependiendo de los tipos de suelo y los cultivos. Si tenemos en cuenta el número total de pasadas en un campo (arado, siembra, tratamientos, cosechas, etc.), la maquinaria agrícola recorre entre el 70 y el 100% de la superficie cultivada, con un impacto significativo en las cantidades cosechadas. Tu explotación genera entonces menos ingresos.
Además, en el caso de las explotaciones de policultivos-ganadería, compensar los malos rendimientos mediante la compra de piensos adicionales reducirá aún más tu resultado.
En el caso particular de los cultivos de tubérculos (por ejemplo, zanahorias o remolachas), en los que la parte cosechada es la parte de la raíz, el desarrollo de las raíces puede verse obstaculizado por un suelo demasiado compacto que dará lugar a productos deformados o irregulares. Estos productos tendrán entonces menos valor (precio más bajo).
Por lo demás, la mala circulación del agua en un suelo demasiado compacto de tu parcela puede provocar una mayor lixiviación de los insumos o de los tratamientos fitosanitarios que utilices. Su acción no será óptima y provocará una pérdida de calidad (menor nivel de nitrógeno en el suelo, pérdidas a causa de las enfermedades, etc.).
Unos neumáticos desgastados son más propensos a provocar interrupciones del trabajo porque son más frágiles. Por ejemplo, pueden deformarse y volverse peligrosos (riesgo de reventón) tras un impacto. Por lo tanto, es preferible anticiparse a un cambio de neumáticos en vez de quedarse bloqueado a causa de un neumático al final de su vida útil.
Esto es especialmente importante durante los periodos de trabajos intensivos, como las cosechas o las siembras, que deben realizarse en periodos cortos y específicos. Una avería en ese momento provocará inevitablemente una pérdida de rendimiento, con un impacto negativo en el resultado económico de tu explotación. Para las empresas contratistas agrícolas, una avería dañará la imagen de fiabilidad ante los clientes.
Al final, los costes adicionales (combustible, horas de trabajo, insumos) y las pérdidas (rendimiento, valor de las cosechas) causadas por el uso de neumáticos desgastados reducen o incluso anulan por completo el ahorro potencial que podría conseguirse por retrasar su renovación.
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