El suelo constituye a veces el sustrato para tus cultivos y el soporte para la circulación de tu maquinaria agrícola.
Ahora bien, los cultivos necesitan un suelo aireado, mientras que el paso del tractor tiende a compactarlo.
Para determinar el impacto de la circulación de tu maquinaria agrícola en tu terreno y, si es necesario, adaptar el tipo y la presión de los neumáticos de tu tractor, algunas observaciones simples pueden ayudarte a determinar el grado de compactación del suelo.
El suelo es una mezcla compleja de materiales sólidos (minerales y materias orgánicas), agua, aire y organismos vivos.
Los componentes sólidos están presentes en forma de agregados de tamaños y formas variables que, bajo el efecto de la presión ejercida al pasar el tractor, se unen entre sí. La distribución de estos agregados determina la estructura del suelo. Ahora bien, una buena estructura del suelo es esencial para el crecimiento de las plantas.
En efecto, las pérdidas de rendimiento derivadas de la compactación son de alrededor del 20% y pueden alcanzar el 50% en determinados casos.
Suelo con estructura grumosa
La estructura del suelo es favorable cuando es grumosa, es decir, con agregados de formas redondeadas e irregulares, diferentes entre sí.
Esta estructura es porosa, lo cual facilita el desarrollo de las raíces, permite un almacenamiento adecuado del agua y una buena aireación del suelo, favoreciendo así la actividad biológica.
Todos los suelos no son iguales frente a la compactación. La composición del suelo, es decir, la distribución del tamaño de los elementos sólidos (proporción relativa de arena, limo y arcilla) es un elemento determinante.
Puedes evaluar directamente el grado de compactación del suelo determinando su estructura. Para ello, basta con tomar unos terrones de tierra con una pala, desmenuzarlos y observar el tamaño de los agregados. Esto también puede hacerse mediante un perfil del suelo de cultivo (fosa cavada en la parcela de unos 70 cm de profundidad).
Otra manera sencilla de hacerlo es medir la resistencia de hundimiento con un penetrómetro. Este aparato mide la fuerza que se requiere para que un tallo penetre en el suelo. Cuanto más fuerza se necesite, más compacto será el suelo.
Estas mediciones deben realizarse preferentemente en primavera, en condiciones de sequedad, ya que el resultado depende de la humedad del suelo.
Varios indicadores visibles en tus cultivos o en la superficie del suelo pueden alertarte sobre el estado de compactación del suelo.
La presencia de charcos persistentes en la superficie (fuera de zonas hondonadas de la parcela, barrancosas y zonas de flujo superficial de agua) es una señal de la mala infiltración del agua debida a la compactación del suelo por los neumáticos de tu maquinaria agrícola.
La disminución de la fauna también es un indicador de compactación. En efecto, los organismos vivos (artrópodos y lombrices de tierra en particular) son menos numerosos si el suelo está compactado.
Por último, el desarrollo irregular de los cultivos indica diferencias estructurales dentro de tu parcela. Si hay una diferencia muy marcada en el tamaño de las plantas entre las zonas de paso de las ruedas del tractor y el resto del campo o si las roderas son profundas, es probable que tu equipamiento en neumáticos no sea el adecuado (mala presión de uso, carga de eje demasiado elevada).
La observación del desarrollo de las raíces puede completar tu diagnóstico. Si las raíces están bien extendidas, esto significa que no encuentran ningún obstáculo durante su crecimiento. En cambio, si las raíces se desarrollan en ángulo recto (en ausencia de un obstáculo sólido como una piedra), esto significa que rodean zonas densas demasiado compactas.
Por lo demás, si observas una mala germinación de las semillas durante el sembrado, puede deberse a una mala aireación del suelo.
Si has detectado una compactación significativa de tu suelo, esto no es forzosamente irreversible. La implantación de una buena gestión integral del suelo puede a veces remediarlo (adaptación de las técnicas de cultivo, entre otros). Pero adaptar tus neumáticos también será indispensable para evitar una nueva compactación del suelo.
En efecto, la mayor parte de la compactación tiene lugar desde la primera pasada de tu maquinaria agrícola en la parcela. Hay varias soluciones que pueden preverse:
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Esta información tiene como único objetivo dar a conocer los aspectos técnicos y funcionales de los neumáticos agrícolas y su uso. No permite emitir un juicio o una conclusión definitiva sobre un determinado problema. Sólo su experto en neumáticos agrícolas está en condiciones de hacer una evaluación técnica y tomar una decisión final, caso por caso.
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