Siempre hay que ser consciente de que el neumático es el único enlace entre la máquina y el suelo, de ahí su importancia.
A parte del gasto que supone cambiar un juego de neumáticos o la compactación excesiva debida a los neumáticos usados, hay que tener muy en cuenta cualquier señal de desgaste anormal en los neumáticos agrícolas para evitar un riesgo con consecuencias financieras significativas.
Puedes optar por conservar los neumáticos hasta que estén desgastados al máximo, considerando que es más barato, o bien cambiarlos en el momento en el que hayan alcanzado el límite de desgaste proporcionado por el fabricante. Esta segunda opción puede parecer más cara, no obstante, si miramos más detenidamente, está lejos de ser una mala elección. Vendiendo a un buen precio el neumático usado justo en el límite de desgaste en el mercado de segunda mano y optando por un neumático nuevo que preserve el suelo y aumente la fuerza de tracción de la máquina, para reducir el consumo de carburante, podrás darte cuenta de que esta segunda opción es la mejor para mantener tu productividad al máximo.
El primer indicador sencillo para medir el desgaste de los neumáticos es la altura de las barras (o crampones) en la banda de rodadura. Tomando como referencia la altura nueva, puedes considerar que con el 50% de desgaste de los crampones el neumático está desgastadoy empezarás a perder potencia de tracción en la transmisión.
Si la altura de las barras es de 60 mm en un neumático nuevo, a partir de 30 mm está desgastado. Vendiéndolo en el mercado de segunda mano con este nivel de desgaste, podrás pedir un buen precio que amortizará tu inversión en un juego de neumáticos nuevos.
Primero, hay que determinar la causa de este desgaste irregular para evitar que los neumáticos se desgasten demasiado rápido. La causa puede ser de distintos tipos (desgaste debido a un problema mecánico, de dirección, de presión u otros...), una vez resuelta la causa del problema se puede permutar el juego de neumáticos para garantizar un desgaste más regular.
Abombamiento en el flanco del neumático
Durante la aplicación de la presión la aparición de un abombamiento, aunque sea pequeño, es un indicio que no hay que descuidar. Se trata de un bulto que aparece en el flanco del neumático durante el inflado. Si esto ocurre, es una señal de que la estructura del neumático ha sido dañada, puede ser debido a una piedra, a una raíz, a una rama o a un impacto lateral.
El neumático agrícola está compuesto por una malla interna textil o metálica que forma un cinturón de acero que permite al neumático resistir la presión y soportar la carga. Durante el inflado, esta debilidad de la estructura deja pasar la presión que luego es contenida únicamente por la resistencia del caucho.
ATENCIÓN: un abombamiento no se puede reparar y el riesgo de que el neumático reviente es real en cualquier momento, ya sea llevando carga o sin ella, estando en la carretera o en el campo, a baja velocidad o incluso parado, el reventón puede ocurrir simplemente por una exposición prolongada al sol.
Rotura en el pico de la barra del neumático
Se pueden observar numerosos cortes visibles en los neumáticos del tractor, algunos tienen poca importancia, mientras que otros necesitarán el cambio del neumático para evitar un accidente.
Todos los cortes ligeros en la parte superior de las barras o en el fondo de la estructura, en general no tienen problema. Hay que distinguirlos bien de los cortes en los flancos o en la estructura interna del neumático que sí que son, por su parte, mucho más problemáticos.
Si detectas un corte muy profundo en cualquier parte del neumático y tienes una pérdida de presión, incluso ligera, tendrás que proceder al desmontaje, para comprobar que la estructura del neumático no está afectada.
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