Optimizar los gastos es un desafío crucial para la rentabilidad de tu actividad. Esta optimización debe ir más allá de una simple negociación de los precios de compra de tu maquinaria y tener en cuenta los gastos corrientes que pueden reducirse en gran medida gestionando mejor tu material.
Prestando especial atención a tus neumáticos, puedes mejorar el rendimiento de tu maquinaria, optimizar tu consumo de combustible, preservando al mismo tiempo los suelos. Aquí tienes algunos consejos que puedes aplicar a diario para aprovechar al máximo tus neumáticos y mejorar el rendimiento de tu explotación.
El combustible es una de las primeras partidas de gasto de tu actividad agrícola en la que puedes intervenir. Esta partida puede alcanzar el 20% de tus gastos de explotación.
Podrías reducir estos gastos adoptando algunos gestos diarios cuando estés utilizando tu tractor.
Lo primero que hay que hacer para reducir el consumo de combustible de tu tractor es bajar la velocidad en carretera. Pasando de 50 a 40 km/h, quizá te costará de 5 a 10 minutos más realizar el trayecto entre tu parcela y tu granja, pero conseguirás un ahorro significativo de energía.
En la actualidad, varios modelos de tractores ofrecen la opción económica de 40 km/h que permite reducir el consumo en tu trayecto de hasta un 30%.
Adaptar la presión según el tipo de suelo es esencial para optimizar su adherencia, reduciendo así la resistencia a la rodadura. Así pues, no es necesario subir más las revoluciones del motor.
Cuando el neumático está demasiado inflado, el patinamiento es más importante. Por lo tanto, es necesario acelerar para tener tracción, lo que aumenta considerablemente el consumo de combustible.
Por el contrario, con una presión de neumáticos más baja, la superficie de contacto con el suelo aumenta y los crampones tendrán más superficie de apoyo, la tracción mejorará sin aumentar la velocidad del motor.
Para ganar tiempo en el control de presión y su adaptación al suelo apropiado, adopta un sistema de teleinflado que te permitirá ajustar la presión desde la cabina del tractor.
Cuando utilizas una herramienta en modelos de tractores recientes, conectas la toma de fuerza que transmite la potencia del motor a la herramienta.
Cuando la actividad no requiera toda la potencia, como la pulverización, cambia al modo toma de fuerza ECO. Este modo reduce la velocidad del motor a la potencia de trabajo necesaria, que oscilará alrededor de 1600 en lugar de 2000 rpm en modo normal. Puedes ahorrar así hasta un 20% de combustible.
En numerosos casos, no es realmente necesario arar profundamente para proporcionar a las plantas la aireación necesaria del suelo que permitirá un buen desarrollo.
Si tus parcelas de terreno han sido trabajadas regularmente y utilizas neumáticos de baja presión en toda la maquinaria, determina la profundidad mínima de arado para cada variedad de cultivo.
Adapta la herramienta para arar únicamente la capa superior del suelo. Al cavar menos profundamente, gastarás menos el motor y, por lo tanto, tu consumo de combustible.
La potencia del motor del tractor se transmite al suelo mediante los neumáticos. Optimizar su capacidad de tracción, es adaptar la capacidad de tus neumáticos al entorno inmediato (suelo duro, suelto, húmedo…), permitiendo así sacar el máximo partido de la potencia de tu máquina y, por lo tanto, mejorar el rendimiento.
Por lo general, los neumáticos instalados de serie en tu tractor son estándar, ya que son modelos más asequibles para los fabricantes. No están especialmente diseñados para cargas pesadas. Si tus herramientas son pesadas, será preciso aumentar la presión para que puedan soportar el peso a remolcar. Esto supone, pues, una pérdida de eficiencia que no sólo te hace patinar más sino que compacta también el suelo de tus parcelas, sin hablar del deterioro en la comodidad de conducción. Los neumáticos demasiado inflados absorben menos las vibraciones.
Si tienes una máquina potente y, por lo tanto, más pesada, opta por neumáticos de baja presión más anchos y que puedan soportar más peso. Estos neumáticos se adaptan especialmente para trabajar en el campo, herramientas de cosecha y transporte.
Además de soportar una carga mayor sin necesidad de inflar en exceso, los neumáticos anchos reparten el peso del tractor sobre una mayor superficie en el suelo, mejorando su capacidad de tracción.
Recurrir a neumáticos gemelos tiene las mismas ventajas que los neumáticos anchos de baja presión. De hecho, combinando dos neumáticos, se reparte mejor la carga de la máquina en el suelo. Se puede entonces reducir la presión de los neumáticos aumentando al mismo tiempo la capacidad de tracción del tractor.
Los neumáticos gemelos presentan la ventaja de tener un mayor número de bandas, se engancharán al suelo de manera más eficiente.
Al remolcar una herramienta montada o semimontada de gran tamaño, la carga impacta fuertemente sobre el eje trasero del tractor. Entonces, hay que equilibrar las masas para tener una transferencia de carga entre las ruedas delanteras y las ruedas traseras. El equilibrado tiene como objetivo distribuir mejor estas cargas en el suelo.
Cuidando por garantizar un buen equilibrio que permita que los trenes estén perfectamente sincronizados, podemos repartir un 40% de las cargas en la parte delantera y un 60% en la parte trasera. El uso de una herramienta frontal para equilibrar el conjunto es a menudo más productivo que las masas.
El análisis de la tasa de deslizamiento es la mejor manera de conocer la eficiencia de tracción de la máquina. Si las marcas que dejan las bandas en el suelo no aparecen bien dibujadas, o si las marcas son mucho más anchas que su tamaño real, el tractor patinará demasiado. También es posible que se acumule demasiada suciedad entre las bandas y que la limpieza no sea óptima.
Este patinamiento excesivo no sólo reduce el rendimiento del tractor, sino que también provocará una degradación más rápida de los neumáticos, lo que representa un gasto suplementario.
Si tienes dudas, puedes medir la tasa de deslizamiento. Para ello, hay que contar el número de vueltas que dan tus neumáticos en una distancia dada y dividir esta cifra por el número de vueltas teóricas comunicadas por el fabricante. Multiplicando el resultado por 100, se obtiene la tasa de deslizamiento. Más allá del 15%, el patinamiento es excesivo.
Si la tasa de deslizamiento es demasiado importante, hay que reducir la presión o efectuar un lastrado del tractor para aumentar la capacidad de tracción. Se puede hacer usando contrapesos metálicos o realizando a los neumáticos un lastrado con agua para los modelos compatibles. En ambos casos, las ruedas ofrecen un mejor agarre y mejorarán la capacidad de tracción.
Un suelo excesivamente compacto será más difícil de trabajar y no permitirá que el cultivo alcance su rendimiento óptimo. Intentado consumir menos y al mismo tiempo optimizando la capacidad de tracción, es primordial controlar el suelo para ver si la máquina lo ha compactado. La pérdida de rendimiento puede variar entre el 20% y el 50% de la producción.
Es necesario hacer una prueba del suelo con regularidad para comprobar el nivel de compactación. Ciertas señales de advertencia pueden indicarte que realices este análisis sin demora. En primer lugar, si notas que hay muchos charcos de agua en tus parcelas, es muy probable que el suelo esté demasiado compacto y, por lo tanto, no permite que el agua se filtre en las capas inferiores.
Un crecimiento desigual de tus plantas también es un signo de compactación, así como la disminución de la vida biológica normalmente presente en la tierra.
En un suelo no compactado, el enraizamiento se realiza en todas direcciones. En el caso contrario, las raíces se desarrollarán verticalmente y orientadas en una única dirección a causa de la mala aeración del suelo. Confirma esta compactación localizada de la tierra comprobando un grupo de plantas vecinas.
Cuando el suelo pierde su estructura grumosa, el rendimiento disminuye considerablemente. El suelo arcilloso es el más sensible a la compactación, pero el suelo limoso sufre también este fenómeno de una manera más ligera.
La primera acción para evitar la compactación del suelo es adoptar la presión correcta de los neumáticos para evitar la transferencia excesiva de peso de la máquina hacia el suelo. Si las ruedas ya no pueden soportar las cargas a presión nominal, es aconsejable reducir la carga transportada. Si no es posible, hay que elegir neumáticos gemelos o modelos anchos de baja presión de tipo VF.
La elección del período para realizar el trabajo permite también reducir la compactación. Así pues, se podrá realizar el arado durante los períodos más secos. Un suelo húmedo es más sensible a la compactación.
También se recomienda optimizar el calendario de los trabajos para evitar hacer demasiados viajes de ida y vuelta en la misma parcela.
Entre los trabajos de arar, sembrar, esparcir o cosechar, coloca marcadores para no pasar sistemáticamente por los mismos surcos. Los ingleses han establecido un sistema denominado Controlled Traffic Farming para optimizar el paso de las ruedas en las tierras que hay que labrar.
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Esta información tiene como único objetivo dar a conocer los aspectos técnicos y funcionales de los neumáticos agrícolas y su uso. No permite emitir un juicio o una conclusión definitiva sobre un determinado problema. Sólo su experto en neumáticos agrícolas está en condiciones de hacer una evaluación técnica y tomar una decisión final, caso por caso.
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