Sin embargo, esta opción tiene importantes consecuencias en términos de costes de uso y penalizará tu rendimiento a largo plazo. A continuación, analizamos el porqué:
Cuando un apero pesado tiene una transferencia de carga demasiada elevada sobre el eje trasero de tu tractor, los neumáticos lo compensan deformándose y aplastándose. Por lo tanto, su deformación depende del peso que tienen que soportar, pero también de la presión de inflado.
El sobreinflado provocará un patinamiento excesivo, un aumento de la resistencia a la rodadura y la formación de roderas en condiciones de humedad y, lo que es más grave a largo plazo, una compactación significativa del suelo que reducirá tu rendimiento.
Si conduces mucho por carretera con tu tractor, entonces, un neumático sobreinflado a 2 bares puede ahorrar hasta un 30% de combustible en comparación con un inflado a 0,8 bares (presión adaptada para el campo), ya que la resistencia a la rodadura será mínima sobre el asfalto. En cambio, en el campo es todo lo contrario, un neumático sobreinflado tendrá menos adherencia porque su huella sobre el suelo se reduce, las barras no tienen una superficie de contacto suficiente y el desembarrado tenderá a realizarse más difícilmente.
Por encima de una tasa de deslizamiento del 15%, se produce un deslizamiento horizontal de las capas superficiales del suelo, que degrada su estructura. Además, la distancia real recorrida por el neumático es mayor que la distancia real recorrida por el tractor, lo que se traduce en un mayor consumo de combustible: un 20% más de consumo con una tasa de deslizamiento del 30%, a los que hay que añadir, además, un desgaste prematuro de los neumáticos.
Comparación del mismo neumático en las mismas condiciones,
no patina a 1 bar, sino que patina a 1,25 bar de presión
El neumático y el suelo son dos elementos deformables. Cuando la masa es elevada, el neumático se aplasta sobre sí mismo mientras que el suelo se compacta hasta que las dos fuerzas se equilibran. Si el neumático se infla a una presión elevada, su aplastamiento disminuye pero se hunde más en el suelo, especialmente si se trata de un suelo blando.
Cuanto más se hunda el neumático sobreinflado en el suelo, más aumentará la resistencia a la rodadura: 1 cm más de profundidad significa un 10% más de consumo de combustible.
El sobreinflado dará lugar a la formación de roderas en condiciones de humedad, lo que requerirá un trabajo adicional para volver a dejar el campo en el estado que estaba y hacer que la parcela vuelva a ser productiva.
Los cultivos necesitan un suelo aireado que facilite el desarrollo de las raíces, permita un adecuado almacenamiento del agua y una estructura ligera del suelo para favorecer la actividad biológica.
El paso de tu tractor, de los aperos y de la maquinaria agrícola tiende a compactarlo, especialmente con una presión excesiva de los neumáticos.
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