Sin duda sabrás que es mejor no aplicar una presión demasiada elevada, ya que esto provocaría una compactación del terreno en tus parcelas y reduciría el desarrollo de las raíces de tus cultivos.
En efecto, cuanto más elevada sea la presión de los neumáticos, más se hundirá el tractor en un terreno blando hasta que la resistencia del suelo compense el peso de la máquina.
Entonces, ¿es una buena solución optar por un subinflado sistemático de los neumáticos para evitar esta compactación que perjudica tu productividad?
Pues no, está incluso totalmente contraindicado...
Si utilizas un tipo de neumático agrícola normal que no está previsto para este uso, como un neumático agrícola barato, un neumático de precio bajo o un neumático de marca conocida muy barato (de fabricación económica) corres el riesgo de pagar un alto precio por esta falta de presión, he aquí el motivo:
En terrenos blandos, una presión elevada agrava la compactación, favorece la aparición de roderas en las que no se desarrollan los cultivos y aumenta la resistencia a la rodadura. Por lo tanto, una presión elevada penaliza la eficiencia mecánica y el rendimiento de los cultivos. Tanto el neumático como el suelo son deformables, es decir, el neumático se aplasta y el suelo se compacta hasta que las dos fuerzas opuestas se igualan y se equilibran.
Al reducir la presión del neumático, aumentarás su huella y disminuirá la compactación. Sin embargo, cada neumático tiene sus propias características y si el fabricante te indica una presión mínima por debajo de la cual no puedes ir, es porque el diseño de dicho neumático no lo permite.
Si has ahorrado dinero en esta partida en el momento de la renovación y te has orientado hacia un neumático de tractor barato o hacia un neumático agrícola de bajo precio, la carcasa y el material que compone sus flancos no están estructurados para sufrir una deformación excesiva; en estos neumáticos económicos se trata incluso de una zona frágil que no está prevista para estar en contacto con el suelo.
Un neumático cuya presión sea muy inferior a la recomendada sufrirá daños internos que no siempre son visibles externamente, pero que pueden manifestarse incluso después de haber ajustado la presión.
Al aplastarse sobre el suelo, el extremo de los flancos más allá de la banda de rodadura entra en contacto con el suelo y sufre los mismos impactos y los mismos daños que la banda de rodadura, que está protegida por su grosor y su estructura. Una piedra, una raíz o una rama pueden crear un corte que puede provocar un pinchazo repentino del neumático, haciendo que tu máquina quede inmovilizada, con los numerosos gastos que además esto conlleva.
En carretera, a medida que aumenta la velocidad, el subinflado provoca un aumento de la temperatura interna que también puede, en una distancia larga, provocar un pinchazo repentino si la carcasa presenta debilidades.
El neumático queda inutilizable
Un neumático subinflado no conserva su forma original. Durante la conducción, el neumático se aplana siguiendo una forma característica, lo que implica una deformación excesiva.
Este subinflado provoca daños irreversibles dañando la carcasa, que es la estructura del neumático.
La rotura del butilo (ver foto) hará que tus neumáticos queden directamente inservibles.
Rotura a nivel del pliegue de la carcasa
Una subpresión demasiado frecuente provoca un desgaste y una abrasión progresivos del refuerzo y del pliegue de la carcasa en el reborde de la llanta, debidos a los movimientos y a las flexiones excesivos del flanco.
La rotura será a nivel del pliegue de carcasa (ver foto) y requerirá obligatoriamente la sustitución de tus neumáticos.
En carretera, el neumático se calienta, lo que hace que la goma se ablande y reduce su vida útil en un 25% en superficies abrasivas.
Los neumáticos subinflados «rebotan» en el suelo, lo que provoca un desgaste anómalo de los hombros y de las barras (sólo una de cada dos está desgastada). Del mismo modo, si observas un mayor desgaste en la parte posterior de las barras, es un signo de que estás conduciendo con demasiada frecuencia con poca presión o de que tienes una carga excesiva que tiene el mismo efecto en los neumáticos que la subpresión.
Tanto la motricidad como la estabilidad en las curvas se verán reducidas. Esto se debe a que el neumático sufre una deformación que no se compensa con la presión, y tenderá a aplastarse de manera excesiva, afectando a la estabilidad en la frenada, sobre todo si vas cargado. Si tu conjunto vehículo-apero está excesivamente cargado, el riesgo de accidente es mucho mayor que el de la media con unos neumáticos subinflados.
En carretera, la superficie de contacto entre el neumático agrícola y la carretera será mayor de lo normal y la resistencia a la rodadura aumentará, lo que supondrá una pérdida de combustible que puede ser de hasta el 5% de tu consumo total, y mucho más si el tramo por carretera de tu trayecto es importante.
Para preservar el suelo, debes utilizar un neumático de baja presión que esté diseñado para trabajar de esta manera y que no sufra ningún daño debido a este uso.
Las tecnologías de los neumáticos agrícolas han evolucionado enormemente en los últimos años, con estructuras radiales reforzadas.
Se trata de neumáticos con carcasas IF (Improve Flexion o neumáticos de flexión mejorada) o VF (Very Improve Flexion o neumáticos de muy alta flexión), que han sido desarrollados sobre estructuras de acero y cuentan con un flanco más flexible y más resistente.
Para ilustrar esta afirmación, un simple cálculo: un neumático IF soportará hasta un 20% más de carga en comparación con un neumático convencional y el neumático VF podrá soportar hasta un 40% más de carga, todo ello a la misma velocidad y con la misma distancia recorrida.
Una ventaja nada desdeñable es que ya no hay problemas relacionados con una presión de los neumáticos incorrecta: ya no es necesario cambiar la presión de los neumáticos de un terreno a otro o para cambios de velocidad elevados. Esta evolución representa un ahorro de tiempo y una verdadera comodidad para los agricultores que siempre están muy ocupados y no siempre saben qué presión aplicar en carretera, en terrenos profundos o calcáreos.
La carcasa VF puede bajar a menos de 0,8 bares, mientras que un neumático agrícola convencional no podrá bajar de 1,2 bares.
La compactación del suelo es una de las principales preocupaciones de los agricultores de cereales y para las empresas contratistas agrícolas.
Cuando se trata de agronomía y preservación del suelo, los neumáticos VF son la mejor opción, con una presión más baja que :
Neumático de baja presión, mayor huella en el suelo, mayor índice de carga para los neumáticos agrícolas... Queda demostrado, los neumáticos agrícolas VF son, por lo tanto, una garantía de una mejor productividad. Los ensayos y las reacciones sobre el terreno han demostrado que esta tecnología permite tratar más hectáreas en un día. Se trata de una ganancia de eficiencia que se suma a la reducción de tu consumo de combustible.
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Esta información tiene como único objetivo dar a conocer los aspectos técnicos y funcionales de los neumáticos agrícolas y su uso. No permite emitir un juicio o una conclusión definitiva sobre un determinado problema. Sólo su experto en neumáticos agrícolas está en condiciones de hacer una evaluación técnica y tomar una decisión final, caso por caso.
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